La criptozoología es una pseudociencia, puesto que no sigue el método científico. Su objetivo es demostrar la existencia y encontrar ejemplares de animales del folklore, mitológicos, o considerados extintos, que aún perdurasen. A estos seres hipotéticos se les llama críptidos.
EL KRAKEN
La historia del Kraken tiene su origen en un relato escrito en 1180 por el rey Sverre de Noruega. Este monstruo oceánico es descrito en detalle por el obispo y naturalista Erik Pontoppidan, en un libro sobre la naturaleza de Noruega de 1752, en el que se cuentan las historias de los pescadores.
El Kraken es una colosal criatura que emerge desde las profundidades marinas cuando es calentado por el fuego del infierno. Podía devorar a toda la tripulación de un barco de un solo bocado y si agarrara al mayor buque de guerra, sería capaz de sumergirlo y llevarlo al fondo oceánico. Tiene el tamaño de una isla flotante.
El verdadero peligro para los marineros, sería el gran remolino que crearía después de sumergirse, rápidamente, para dirigirse a las profundidades donde habita. Al desplazar tanta
agua, un montón de peces caerían de nuevo al océano, produciéndose una especie de lluvia de ejemplares de la que los marineros supervivientes, podrían aprovecharse. Si resultara que unos pescadores obtuvieran buena pesca, se dicen unos a otros “Debes de haber pescado sobre un Kraken”. Por otra parte, si algún marinero pescara medusas luminiscentes, sería presagio de su cercana muerte, pues, según la leyenda, dichas medusas habitan sobre el lomo del Kraken por toda la eternidad, siendo su función la de crear un espejismo celestial para torturar a los habitantes del abismo.
Este mito se volvió tan popular que incluso Carl Linnaeus, creador de la clasificación biológica moderna, lo incluyó dentro de los moluscos cefalópodos en la primera edición de su “Systema Naturae”, aunque se eliminó en posteriores ediciones. Los monstruos tipo calamar gigante se retrataron en la literatura en obras como “Los trabajadores del mar”, de Victor Hugo, o “Veinte mil leguas de viaje submarino”, de Julio Verne. Podemos comparar el Kraken con sus parientes reales: el pulpo gigante del Pacífico (Enteroctopus dofleini), cuyo ejemplar récord alcanzó los 9,8 metros, y el célebre calamar gigante (Architeuthis dux), con una marca récord de 22 metros de longitud.
El calamar gigante (Architeuthis dux)
¿Cómo es? En el caso de ejemplares verificados científicamente, el calamar mide en promedio 10 m en los machos y 14 m en las hembras. (Seguramente los hay mayores).
Tiene 8 tentáculos, con dos filas de ventosas, y otros dos tentáculos modificados para alimentarse, con 4 filas de ventosas en cada maza. Cada ventosa tiene una especie de anillo con dientes alrededor. Las ventosas succionan y los dientes se clavan en la piel de la víctima para que no escapen y poder comérselas.
Los tentáculos pueden medir el 40%, el 60% o incluso el 100% de la longitud del manto. Sus ojos son del tamaño de una pelota de baloncesto y su vista es excelente. En la boca tienen un pico de loro muy robusto. Su bolsa de la tinta es lo único pequeño.
¿Cuánto viven? Se cree que su vida podría llegar a los tres años, aunque no es corta por ser cazados. Los calamares gigantes no tienen interés comercial por tener mucho amonio. La edad de un espécimen puede determinarse por medio de anillos de crecimiento en los estatolitos (gránulos de carbonato) del estatocisto u órgano del equilibrio y posicionamiento.
¿Cómo se reproducen? Los calamares gigantes se caracterizan por tener un sistema reproductor bastante diferenciado de los demás cefalópodos. Por ello, los machos poseen un órgano copulador exterior, que puede llegar a alcanzar los 78 cm en Architeuthis. Las hembras tienen un depósito para el esperma en uno de sus tentáculos. Los calamares son ovíparos y ponen huevos gelatinosos en gran cantidad.
¿De qué se alimentan? Son carnívoros. Se alimentan de peces como bacaladitos y de crustáceos. En ocasiones pueden ser caníbales, por haberse encontrado picos de loro en sus estómagos. Dicha conducta ha sido documentada en España en 2016 y en Tasmania, y se conoce en otras especies de calamares grandes, como el calamar de Humboldt (Dosídicus gigas). Los únicos depredadores conocidos del calamar gigante adulto son los cachalotes y las ballenas piloto. Los calamares más pequeños pueden ser presa de tiburones de las profundidades.
¿Cómo se desplazan? Se desplazan mediante un sifón por el que circula agua a propulsión. Sus dos aletas del manto le sirven como estabilizadores para equilibrarse.
¿Dónde se han encontrado? Se han encontrado en el Atlántico Norte, Escocia, Irlanda, Sudáfrica, Nueva Zelanda y en España en la costa asturiana y en las Islas Canarias. Se cree que se distribuyen por todo el mundo, excepto en las regiones polares y aguas tropicales. Se piensa que residen entre la zona batial y abisal, a más de 1 km desde la superficie.