¿Hay que cambiar de champú porque el pelo se acostumbra?
A menudo se escucha que el cabello se acostumbra a un champú utilizado durante un largo periodo de tiempo, lo que provoca que la efectividad del champú se reduzca y finalmente sea inútil su uso, por lo que se debe cambiar de champú periódicamente.
El cabello es un filamento piloso de forma cilíndrica que nace y crece en el cuero cabelludo y está formado por queratina (proteína). El cuero cabelludo es la piel que reviste el cráneo del ser humano y que posee cabello. Por tanto, el pelo (la fibra capilar), al estar constituido por células cornificadas, es imposible que se acostumbre a algo.
El verdadero origen del problema tiene lugar en el cuero cabelludo, y se debe a diferentes factores que no siempre guardan relación con el champú, como los cambios bruscos de temperatura, las condiciones ambientales, hormonales, la humedad… incluso un mal aclarado puede contribuir a que el pelo quede mal.
¿Cuanta más espuma haga mi champú, más limpia?
Este mito es totalmente falso. Muchas personas creen que lo que limpia el cabello es la espuma, pero no es así. La cantidad de espuma que produzca un champú dependerá de la cantidad de sulfatos que contenga. Los sulfatos son químicos que lleva el champú que sirven para retirar todas las grasas del pelo. Aunque estos no hacen daño, hay que consumirlos con moderación porque entre las grasas que eliminan se encuentran las grasas naturales que posee nuestro cabello y que son necesarias para que éste esté sano. Cuantos más sulfatos tengan los productos que utilizamos tanto para la piel como para el cabello, más reseco estará este. Es por eso que mucha gente opta por los champús y geles naturales libres de sulfatos o con tensioactivos más suaves que hagan burbujas pequeñas (menos espuma).